La Red Nacional de Trampas de Monitoreo de la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), un emprendimiento que se realizó en tiempo récord gracias al esfuerzo de un conjunto de instituciones líderes del agro argentino, va camino a transformarse en una iniciativa regional. “Estamos en conversaciones muy avanzadas con referentes de CREA Paraguay para extender la Red hacia esa nación, lo que nos permitirá conocer mejor la dinámica territorial de esta especie”, explicó Lucas Cazado, coordinador del Proyecto Plagas, durante un charla ofrecida en un evento en formato virtual organizado junto a especialistas de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC).
La red, que cuenta con una amplia cobertura en las principales regiones agrícolas argentinas y uruguayas, actualmente está migrando las trampas de lotes con cultivos de servicio y barbechos químicos a sectores que ya cuentan con maíces tempranos implantados. Vale recordar que D.maidis es una especie que se alimenta exclusivamente de maíz.
“Este año, a diferencia de los anteriores, tuvimos un invierno muy marcado y eso se ha visto reflejado en reducciones de las poblaciones del insecto en muchas regiones; en el norte argentino, si bien la población bajó drásticamente, D.maidis sigue estando presente”, comentó Lucas.
“Tenemos que entender que esta plaga no se erradica de un año para otro, sino que, por efectos ambientales, puede disminuir su población a un nivel mínimo, pero tenemos que hacer esfuerzos para lograr mantenerlo así”, añadió.
La Red Nacional de Trampas de Monitoreo tiene en principio una duración de tres años para poder contar con registros temporales que permitan realizar análisis predictivos en base a modelos de simulación.
En la campaña 2022/23, al advertir un aumento de la presencia de la “chicharrita” en el NOA, la región CREA NOA y la EEAOC firmaron un convenio para establecer líneas de trabajo relativas a seguimiento poblacional y estrategias de control de la plaga. Gracias a esa iniciativa pionera, se dispone de registros históricos en el NOA, los cuales resultan vitales para poder hacer comparaciones interanuales.
“Muchos de ustedes nos preguntan ¿qué pasaba el año pasado en mi zona? Y la verdad es que no siempre podemos contestar porque solamente tenemos al respecto datos sobre la situación del NOA; esa pregunta la vamos a poder responder el año que viene cuando hayamos transcurrido la primera campaña de la red de monitoreo”, explicó.
El especialista además remarcó que la información provista por la red sólo hace referencia a la dinámica poblacional de la especie, pero no tiene aún herramientas suficientes para elaborar recomendaciones en base a los registros obtenidos, dado que los mismos, hasta la fecha, son insuficientes para tal propósito.
Por último, al momento de realizar los relevamientos a campo, recomendó llevar una lupa especial, junto a una guía visual, para poder identificar la presencia de D.maidis.
“Hay muchas chicharritas en el cultivo de maíz y no todas son Dalbulus maidis. Es importante hacer un esfuerzo para evitar confusiones al respeto, de manera tal de evitar falsos positivos de la plaga”, recalcó Lucas.
La Red Nacional de Trampas de Monitoreo de la chicharrita del maíz es una iniciativa impulsada por la Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos (AAPPCE), Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), Cámara de sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), y el Servicio Nacional de sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
Los objetivos perseguidos con la Red Nacional de monitoreo son informar sobre la captura con trampas cromáticas adhesivas de los adultos de D. maidis en diferentes regiones productoras del cultivo de maíz en Argentina y sobre el porcentaje de la infección estacional de los adultos de D. maidis a Corn Stunt Spiroplasma (CSS), que estará a cargo del Centro de Bioinvestigaciones de la UNNOBA – CICBA (CONICET).
