Según informa la Guía Estratégica del Agro, tras haber subido el año pasado por la chicharrita, la relación soja/gramíneas cae a 1,4, acercandose al mínimo histórico. Vuelven las gramíneas y la sustentabilidad como estrategia para enfrentar un escenario de márgenes ajustados. El girasol también gana terreno como opción defensiva.
Venía creciendo a pasos de gigante el área maicera durante los últimos 10 años en la región, hasta que tropezó con la chicharrita y perdío 300.000 ha en el reciente ciclo 2024/25. Pero el cultivo vuelve por la revancha y recuperaría al menos 170.000 ha en la proxima siembra.
Con un área sembrada en máximos históricos, se prevé que la producción conjunta de arvejas, garbanzos, lentejas y porotos de la campaña 2024/25 alcance un récord. Mientras tanto, el mercado internacional presenta importantes oportunidades de crecimiento.
Se produce con energías renovables. Podría cambiar la matriz energética y reducir emisiones. Su desarrollo implica enfrentar altos costos y falta de regulaciones, pero permitiría ‘descarbonizar’ industrias y llevar electricidad a regiones aisladas.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación informa que la campaña de la cosecha de girasol 2024/2025 alcanzó las 5.000.000 de toneladas, lo que significa un 28,2% más respecto a la temporada anterior.
Cuáles son los puntos principales que explican la situación que atraviesa la agricultura del norte de Buenos Aires, la zona más afectada de la región núcleo.
Las encuestas siguen señalando al menos un 10% más de área triguera en la región. Las condiciones de humedad están, pero debe apuntarse a planteos de alta y muy alta tecnología y asumir el riesgo de no sufrir ningún traspié como una helada tardía, falta de agua o un golpe de calor en el momento crítico.