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Empresarias

La revolución orgánica-biológica que garantiza sostenibilidad y producción

En IF, están revolucionando la agricultura en Argentina con bioestimulantesorgánico-biológicos, en combinación con nutrición química para una producción sostenible y de mayor capacidad de rendimiento por hectárea. 

Ingeniería en Fertilizantes (IF) está a la vanguardia de la innovación en la agricultura, liderando la integración de bioestimulantes orgánico-biológicos con la nutrición química en cultivos extensivos. 

Este enfoque revolucionario no solo mejora la eficiencia del sistema suelo-planta, sino que también ofrece la posibilidad de aumentar la producción y reducir el uso de productos de síntesis química de manera permanente, generando cultivos más saludables y sostenibles.

“Nuestra misión es investigar y desarrollar, desde el laboratorio hasta el campo, diversos componentes biológicos que potencien el uso de los químicos tradicionales”, comenta Gustavo Churín de IF. 

El referente dice que el objetivo“es producir a gran escala de manera rentable”, mientras se reduce significativamente la huella de carbono, gracias a la “disminución en el uso de fertilizantes químicos.”

Los productos de IF son obtenidos de suelos argentinos y reproducidos localmente, lo que evita los altos costos y la posible falta de adaptación asociadas con la importación de productos de otros ecosistemas. 

“Al trabajar con recursos locales, garantizamos que nuestras soluciones sean perfectamente adecuadas para nuestros suelos, además de ser más económicas y sostenibles”, agregóChurín.

Gustavo Churín

TECNOLOGÍAS PARA TODOS LOS PRODUCTORES

Desde IF, también se busca facilitar a los productores el acceso a estas tecnologías innovadoras, dinámicas y revolucionarias a costos competitivos. “Nos esforzamos mucho en ofrecer productos que se integren fácilmente en las prácticas agrícolas locales. De esta manera, logramos que los productores argentinos adopten innovaciones sin enfrentar elevados costos o complicaciones en sus tareas habituales”, explica el entrevistado.

La implementación de bioestimulantes no solo optimiza la producción agrícola, sino que también contribuye a mejorar el ciclo de vida de los cultivos, promoviendo prácticas agrícolas sostenibles y reduciendo la huella de carbono. 

Este enfoque integral no solo beneficia al medio ambiente, sino que también produce alimentos de alta calidad nutricional, respondiendo a la creciente demanda de productos saludables y sostenibles.