El orégano, una planta provenzal fácil de cultivar
Si sos un amante de la comida italiana, especialmente de las pizzas, seguro que habrás utilizado orégano en más de una ocasión. Se trata de una de las hierbas de Provenza, de las que también forman parte el tomillo, el romero, la albahaca y la lavanda, que también pertenece al género de las hierbas aromáticas. Todas ellas proceden del Mediterráneo y se les denomina así por ser cultivadas, cosechadas, secadas y envasadas en la preciosa región de la Provenza.
El orégano es una de las principales hierbas empleadas en la tradicional cocina italiana. Normalmente se utiliza seco, que es el momento en que su perfume es más pronunciado. Para secarlo, es necesario podar la planta en la base y colgarla boca abajo en un lugar seco, fresco y bien ventilado. Cuando las hojas están secas, lo mejor es guardarlas en frascos herméticamente cerrados.
Estructura
El orégano es una planta herbácea perenne que puede llegar a medir hasta 80 cm de altura. Sus tallos son erguidos teñidos en tonos rojos en la extremidad, y sus hojas son opuestas, ligeramente pecioladas, elíptico-lanceoladas, con el borde dentado. En cuanto a sus flores, son de color rosa fuerte, con la corola labiada. Se agrupan en racimos pedunculados dispuestos en las hojas terminales y están rodeadas por brácteas de color violeta.
Cultivo
El momento ideal para sembrar orégano es febrero. Solo tendrás que colocar semillas en una maceta y cubrirlas con una ligera capa de turba y arena. Además, será necesario que evites que pierda humedad en la capa superior hasta que germine. Para que su sabor sea más intenso, lo mejor es situar la planta a pleno sol.
Usos
Además de para cocinar, el orégano se utiliza en perfumería para la fabricación de jabones frescos y en medicina natural, como remedio para los trastornos digestivos. También es antiséptico y puede tomarse para tratar afecciones respiratorias.